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Voces entre gritos: el impacto del Movistar Arena

Se abre un nuevo capítulo de tensión entre el microestadio y los vecinos. Lo que debería ser el show musical de Travis Scott sacude la rutina y la tranquilidad del barrio porteño que ya se hartó de alzar su voz contra el Movistar Arena. 

Por Hannia Molinari

Calles cortadas, fanáticos con bandanas, cadenas y cargos, parlantes a todo volumen, constructoras que terminan su día de trabajo con maquinaria pesada, socios que salen de hacer deporte de la cancha de Atlanta, bocinas que suenan. Ruido. A las 17 de un lunes, Villa Crespo es ruidoso. El barrio vibra por la melodía pesada que genera la cantidad de movimiento. 

 

Faltan dos horas para que se abran las puertas del Movistar Arena y los fanáticos entren a ver a Travis Scott, un rapero norteamericano reconocido por los grandes e intensos pogos que formaron los fanáticos en el festival Astroworld 2021, los cuales acabaron con la vida de 10 personas. Por eso hay una particularidad: el músico condiciona la seguridad del establecimiento. 

 

Hay tres instancias de seguridad: sobre la calle Humboldt hay una barrera con personal de seguridad, tanto del Movistar Arena como funcionarios del gobierno de la ciudad; luego, unos paneles de madera gigantes alrededor de toda la parte frontal del microestadio, lo que le da una apariencia a un fuerte o un frente de batalla; finalmente unos molinetes y más personal de seguridad que piden la entrada al show a toda persona que quiera circular por la zona. Es tanta la seguridad y las barreras físicas que hay para cruzar la calle, que pareciera casi una guerra entre el establecimiento, quienes quieren entrar a ver el show y los vecinos. ​

""Depende del show que haya varía la cantidad de seguridad, es una mejor forma de organización", aseguró una funcionaria del Movistar Arena. Crédito: Hannia Molinari

El ruido y el movimiento no comenzó a las 17 y tampoco terminará en ese horario. Martina y Axel, dos fanáticos, comentan: “estamos desde las 6 de la mañana haciendo fila, por eso es que estamos primeros”, si se tiene en cuenta esto, sumado a que el show termina a las 12 de la noche y, como reprocharon los vecinos Facundo y Emiliano, los fanáticos siempre se quedan después del show a comentarlo, escuchar música y comer algo en las veredas, la manzana no tiene un respiro. 

 

La gente que va al sector campo está hace horas haciendo una fila de cuatro cuadras que va creciendo exponencialmente, mientras que quienes tienen platea numerada llegan sobre la hora a la entrada de Avenida Corrientes, pero en ambos casos utilizan las veredas como baños y tachos de basura. La fila crece y la mugre que se forma en las calles también. Los hombres hacen sus necesidades al lado de containers de obras que están activas alrededor del estadio y las pocas mujeres que vinieron al show van a la estación de tren más cercana, comentó un funcionario de la boletería de la estación de Villa Crespo. 

"La tendencia mundial es que estos tipos de recintos los pongan afuera de la ciudad para desconcentrar y acá lo ponen en un lugar neurálgico de la ciudad", comento el dueño de la constructora, Santiago Vacca. Crédito: Hannia Molinari

Quienes están en horario laboral se quejan del descuido y la mala organización por parte del microestadio. Santiago Vacca tiene una constructora moviendo bolsones de arena con una grúa que está siendo obstruida por la fila que se forma para el recital y exclamó con resignación: “Vemos como un gran retroceso urbanístico que armen un espacio de shows masivos en un barrio que no tiene nada que ver con eso”. 

Por un lado, los vecinos se alborotan al intentar llegar a sus hogares. Sergio, dueño de un departamento en frente del Movistar Arena declaró enfurecido: “Antes de que se ponga el Movistar nosotros hicimos diez mil reclamos para que no se lo ponga y no nos dieron un tronco de bola, nunca nos vinieron a decir nada, siempre es la misma excusa”, mientras que Emilio, otro vecino que alquila hace 4 años explica: “Yo quería venir con la moto y no me dejaron pasar, si tenés una urgencia no podes salir. Esto jamás fue avisado en el contrato del alquiler y el Movistar no se hace cargo de nada”.

Por otro lado, los kiosqueros y vendedores de merchandising están expectantes a la apertura de la circulación sobre Humboldt para el show y así comenzar una jornada intensa de trabajo.

 

El temblor en el barrio nunca termina. Entre la seguridad y los vendedores ambulantes hay disputa sobre dónde se pueden posicionar para hacer su trabajo y el personal del movistar está en constante movimiento para organizar la entrada al evento, mientras que los fanáticos corren de una cuadra a otra, esquivando autos y colectivos para asegurarse un lugar al frente de la valla. “Se va a armar un tumulto, es un peligro y la adrenalina se va a sentir por todos lados”, expresó Morena, una fanática que está en la división de la calle Humboldt y el resto de la fila.

"Viviamos en el decimoprimer piso y ahí temblaba todo, ahora que vivimos en el segundo piso lo que mas molesta son los ruidos de las personas depués del recital", repronchó Facundo, uno de los vecinos. Crédito: @noalmovistararena y realización audiovisual por Hannia Molinari.

El Movistar Arena tiene un sistema de aislamiento sonoro eficaz para que los vecinos no sean interrumpidos por el sonido durante los recitales, pero irrumpe en sus rutinas de todas formas: hay temblores en los edificios por los saltos y gritos de los fanáticos en cada show. Emilio enfatiza en que jamás se les advirtió sobre los posibles temblores y que el microestadio no se hace cargo de ello a pesar de las reiteradas quejas y denuncias que se han hecho incluso antes de la construcción del establecimiento.

 

Los trabajadores se frustran. Los fans corren peligro. La seguridad del Movistar Arena no puede organizar por sí sola la magnitud del evento, por lo que cuenta con apoyo del gobierno de la ciudad. Los vecinos no pueden circular con normalidad ni vivir en la tranquilidad de un hogar. ¿Se tendrá que hacer más ruido para escuchar a aquellos afectados o sus gritos quedarán tapados por el sismo del microestadio?

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