El barrio que tiembla
La voz del barrio que lidera la resistencia vecinal
Victoria Aroldo, vecina de Villa Crespo, se ha convertido en una figura central en la lucha por la preservación del barrio porteño. Desde el manejo de las redes sociales hasta su presencia en la legislatura, su compromiso con el activismo es esperanzador.
Por Constanza Risso
“Se pierde tanto patrimonio tangible como intangible: una casa arquitectónicamente histórica o centros de cultura, que se demuelen para hacer edificios”, explica Victoria Araldo.
Desde que era muy chiquita Victoria vivió aquí y allá. En todos lados. Cuando cumplió dos años comenzó a llamar hogar al barrio de Villa Crespo, por el cual hoy lucha sin descanso. "Siempre tuve curiosidad por entender cómo funcionan las cosas, eso fue lo que me trajo hasta acá, al activismo", exclama la joven con una sonrisa.
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Para ella un hogar está respaldado por una comunidad: vecinos que se sienten familia, juegos de rayuela en la vereda y clubes de lectura en la plaza. Victoria vió crecer el barrio con ella. Presenció como a su alrededor se demolió patrimonio cultural para construir edificios, como los espacios verdes iban desapareciendo y como se comenzó a perder ese sentido de comunidad que caracterizaba a su hogar. Fue entonces que la joven activista decidió unirse al grupo de vecinos Villa Crespo Activa y comenzó a interesarse proactivamente por las problemáticas que atraviesan al barrio. Al poco tiempo, pasó de ser una integrante más a ser líder del grupo.
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La organización busca proteger los derechos y el patrimonio de su barrio frente al avance del Código Urbanístico y otras problemáticas urbanas. A sus 19 años, Victoria ha demostrado que la juventud no es un impedimento para involucrarse en las causas sociales. En cambio, para ella, es una oportunidad de hacer política desde lo cotidiano.“La política no es una mala palabra, nosotros no somos de ningún partido. Hablamos con legisladores de todas las corrientes. Lo importante es que la gente entienda que estamos defendiendo lo que es nuestro”, afirma con convicción. Para Victoria, lo personal es político y su lucha es también una invitación a otros jóvenes a sumarse al activismo barrial.
"Hicimos unas actividades en la plaza para involucrar a los vecinos. Llevamos un mapa para que la gente marque edificios nuevos, obras en construcción, casas demolidas; lamentablemente, el mapa se llenó de puntitos rojos", exclamó Victoria Araldo.
La vocera de Villa Crespo Activa es consciente de que el activismo puede parecer intimidante para muchos, sobre todo para los jóvenes, pero insiste en que es algo que cualquier persona puede hacer, a su ritmo y según sus posibilidades.Victoria explica, “Usen el celular para difundir en las redes, hablen en la radio del barrio, repartan folletos en una plaza. Hay mil maneras de comunicar el mensaje que uno quiere hacer llegar”.
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Hoy Victoria tiene una misión muy clara: decirle no al Código Urbanístico. Es por eso que está llevando a cabo un relevamiento del barrio, manzana por manzana, para tener datos concretos sobre los terrenos baldíos, las casas en venta y las nuevas construcciones. La joven es una aficionada del conocimiento y le encantaría en un futuro poder seguir perfeccionando su estudio acerca del patrimonio histórico en Buenos Aires.
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Para Victoria Araldo luchar por lo que considera importante es más que un trabajo, es un estilo de vida. Un compromiso que atraviesa troncalmente quién es. Explica con énfasis, “Si son de Villa Crespo y les importa lo que está sucediendo. Yo los voy a estar esperando personalmente”.
La activista lidera un día de relevamiento, documentando construcciones históricas amenazadas por el nuevo Código Urbanístico.